Me llamo Santiago Vivanco, pero me gusta que me llamen Santi. Soy riojano, de Alberite, el pueblo donde me crié. Vivo actualmente en Logroño y trabajo en Briones. Me siento orgulloso de mi tierra, de mis orígenes, familia y de la gente con la que convivo día a día. Esta tierra generosa y con nombre de vino me ha hecho ser como soy.

Adoro y necesito también viajar a tierras lejanas para regresar de nuevo a mi casa valorándola más y relativizando muchas cosas.

Las choperas del río Iregua y del Ebro, el castillo de Clavijo y Davalillo, los viñedos, las bodegas y las fiestas de Alberite, las calles de Logroño, el pueblo medieval de Briones, los Cameros, San Millán de la Cogolla y Berceo cuna de la lengua castellana y de la primera poesía en nuestra lengua son parte esencial de mi.

Me llamo Santiago, Santi, por mi abuelo, por el patrón de España, por el camino que lleva su nombre y que atraviesa y configura esta región. Nombre de peregrino porque la vida es eso, caminar.

Soy una persona que trato de ser normal, porque para mí ese calificativo es una grandeza. Soy una persona que siempre busca, lucha, contempla todo lo que ve con ojos abiertos y de curiosidad, como un niño. Soy un hombre con ganas de ser buena persona y rodearme de buena gente.

Soy Santi, pinto, escribo, hago fotografías, porque me gusta crear e interpretar a mi manera el mundo en el que vivo. Me gusta el arte, la literatura, el cine, la filosofía, ir de copas con mis amigos, disfrutar de mis hijos y de mi familia, todo lo que me ayuda a ser más consciente de mi humanidad y de la humanidad de los demás.